Por José Luna

*Participa la senadora Ana Lilia Rivera en presentación de la Alianza Parlamentaria Iberoamericana y Caribeña por la Seguridad Alimentaria de Todas y Todos, en Madrid, España, la presidenta del Senado de la República destacó que uno de los pasos a seguir en México será legislar etiquetado de transgénicos para asegurar la salud alimentaria*Tras señalar que la población debe llevar a sus mesas comida libre de alimentos chatarras, condenó la ambición desmedida de quienes tienen el control de los insumos y de los alimentos, “esos que enferman al mundo, para después producir medicamentos y seguir ganando con sus enfermedades”

Global Press Mx / Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante su participación en la continuación de la Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición, celebrada en 2018, cuyo propósito es incorporar al Poder Legislativo en la lucha contra el hambre y la malnutrición, hizo énfasis en la urgencia de implementar medidas para cambiar modelos de consumo que atentan de «manera brutal» contra los derechos humanos y han llevado al mundo a tener una sociedad hambrienta, mal alimentada y enferma.

En su presentación Alianza Parlamentaria Iberoamericana y Caribeña por la Seguridad Alimentaria para Todos y Todas, en la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), manifestó que hablar de alimentación y de desnutrición no es moda. “Tenemos pandemias en nuestros países, diabéticos, hipertensos, obesos, que solamente son producto de la mercadotecnia y de la ambición desmedida de quienes tienen el control de los insumos y de los alimentos, esos que enferman al mundo, para después producir medicamentos y seguir ganando con sus enfermedades”.

Debido a ello, enfatizó el deber de establecer leyes en materia alimentaria dado que «no es un capricho ni una moda, sino un tema de derechos humanos, ya que sólo así se podrá materializar el derecho a la alimentación, cuya falta de acceso calificó como la “desigualdad más brutal” que existe en el mundo.

De entrada hizo especial reconocimiento por “el gran esfuerzo que ha hecho la FAO, que ha hecho esta Cooperación Española y la AMEXCID, en lograr que vayamos impulsando desde nuestros espacios legislativos una agenda en común”.

Hace un momento hablábamos que hablar de la desigualdad en el mundo tiene muchas variantes, pero la desigualdad más brutal es la que expresa que haya millones de seres humanos que no pueden comer, agregó la legisladora mexicana ante un auditorio cosmopolita.

“Desafortunadamente estamos viviendo tiempos todavía más convulsos, que van a hacer que la Agenda 2030 que está pendiente, quizá no la logremos; el que nadie se quede atrás, el que nadie se quede afuera”, lamentó.

Hizo referencia a que vivimos momentos en el que el impacto del cambio climático, algo que ya no podemos combatir sino a lo que nos tenemos que adaptar, tiene que llevarnos a garantizar agua, alimentos y el control de la inflación.

Hecho que hoy ha dictado la agenda de los frentes parlamentarios para que sean en nuestros países de prioridad nacional, de prioridad de seguridad nacional; “porque simple y sencillamente el cambio climático va a impulsarnos a refrendar o a modificar nuestro modelo civilizatorio…El trabajo de los parlamentarios que estamos aquí no es fácil, porque llevar una agenda que tenemos, en muchos de nuestros países no es prioridad en nuestros gobiernos”, acotó.

Por eso, abundó, las parlamentarias y los parlamentarios que llevan una iniciativa de una ley modelo que construimos y que precisamente para eso es esta alianza, llega a nuestros países, no tan fácilmente a concretarse.

-¿Por qué?, se preguntó: Primero, porque vivimos en realidades políticas donde es muy difícil a veces encontrar acuerdos…Llegas, presentas una iniciativa que puede quedarse en la congeladora seis años. Si la logras cabildear y la logras poner como un tema prioritario, si es un sistema bicameral pasa en una Cámara pero ya no pasa en la siguiente.

Entonces, agregó, lograr que cada una de esas iniciativas se convierta en leyes y que estas leyes sean decretos, y que estos decretos impacten en el presupuesto, en las políticas públicas de tu país y logren llegar esos recursos a los que menos tienen, a los que padecen hambre y desnutrición, es un triunfo. Quince años de estar impulsando esta agenda no es mucho tiempo, para lo complejo que es ver sus efectos, subrayó.

Enseguida ratificó el interés de México por celebrar una alianza que tiene como objetivo principal fortalecer la colaboración entre las naciones “para garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos suficientes, seguros, nutritivos”.

Y lo planteamos desde la trinchera parlamentaria porque establecer leyes en materia de alimentación no es un capricho, no es una moda; se trata de un tema de derechos humanos, porque a través de ellas es posible materializar este derecho a la alimentación. Promover la soberanía alimentaria, proteger la biodiversidad, respaldar los derechos de los pueblos indígenas y comunidades rurales, y asegurar la seguridad alimentaria, añadió Rivera Rivera.

Mencionó que la alianza apuesta por un enfoque sistémico, territorial y centrado en las personas, “porque hemos coincidido en que la seguridad alimentaria no es sólo un problema de falta de alimentos sino también de desigualdad en su distribución, desperdicio y acceso a recursos para producirlos de manera sostenible”.

Por ello es que esta alianza se ha propuesto colaborar en múltiples frentes; desde la promoción de la legislación y las políticas públicas inclusivas, hasta el fenómeno de tecnologías agrícolas avanzadas y la reducción del desperdicio alimentario, comentó al tiempo de expresar su complacencia en atestiguar la suma de España y Portugal como miembros de dicha alianza; “dos países que por sí mismos han mostrado un firme compromiso con estos objetivos”.

A través del intercambio de consejos, experiencias y buenas prácticas, quisiera compartir con ustedes, en el caso de mi país, México, que hace más de una década reconoció en su Constitución el derecho humano a una alimentación suficiente, nutritiva y de calidad, imponiendo al Estado la obligación de garantizar dicho derecho.

En el caso de México, comentó que aunque el precepto constitucional estuvo vigente desde octubre de 2011, no fue sino hasta abril de 2024, hace apenas unos días, que logramos materializar su norma reglamentaria.

La Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible, que tiene como propósito promover, proteger, respetar y garantizar el ejercicio efectivo de este derecho y de los derechos humanos interdependientes que de él nacen, priorizando el derecho a la salud, el medioambiente, el agua, el interés superior de la niñez y el enfoque de género en todas las políticas de Estado Mexicano, relacionadas con la alimentación adecuada.

“Entonces, tardamos 10 años en crear las leyes reglamentarias que pudieran hacer efectivo el derecho a la alimentación sana…Pero logramos en México, como parte de una estrategia, se prevé la obligación de que las autoridades den una normatividad apropiada para determinar canastas normativas regionales”, anunció.

Es tiempo de que se disponga ya de la promoción del consumo de productos naturales, la obligación de productos y distribuidores de alimentos procesados, y de advertir cuando esos productos ordenan ingredientes que de forma directa prevengan el uso de organismos genéticamente modificados, así como el mandato a las autoridades a preservar el uso de las técnicas tradicionales y saberes ancestrales para la producción de alimentos.

Esta ley establece, además, la obligación del Estado de promover condiciones para el desarrollo rural integral, con el propósito de generar empleos, garantizar a la población campesina bienestar y su participación e incorporación en el desarrollo nacional.

Mencionó que con dicha Ley se ha asegurado que el 15 por ciento de la producción de medianos y pequeños productores sea comprado por las grandes empresas que se dedican a la compra y distribución de alimentos en nuestro país, y muchas otras más.

Igualmente señaló que en México ya se está legislando, en los 32 estados de la República, replicar lo que la Ley General está ordenando; se ha consolidado que los presupuestos destinados, dispersos en diversas leyes, se enfoquen en un mismo reglamento, que ya estamos construyendo, para que no se sigan duplicando presupuestos, esfuerzos, que, finalmente, no concluyan en el objetivo principal:

“Que en mi país todos los niños, todas las mujeres tengan un plato de comida garantizado, libre de alimentos chatarras, que están controlados ya por el Estado. Vamos por modificar normas, vamos por seguir etiquetando. En México ya tenemos el etiquetado de advertencia, pero ahora se va a multiplicar con el etiquetado de transgénicos”, resaltó.

Entonces, añadió, seguimos impulsando una manera distinta de alimentarnos, una conciencia del consumidor a lo que está comiendo, garantizando en los entornos escolares alimentos sanos. Entonces, vamos por buen camino. Falta mucho por hacer.

La presidenta de la Cámara Alta de México subrayó que haber logrado en estos meses de trabajo, en 15 años de políticas públicas enfocadas a una alimentación sana, logró que 3 millones de niños, de niñas hayan salido del hambre, “es un objetivo que nos indica que vamos por buen camino”.