De la Redacción
*El uso del fuego degrada los suelos y disminuye su fertilidad, ocasiona la pérdida de diversidad biológica y aumenta los deslaves, sequías y erosión, expuso la directora general de Políticas, Prospección y Cambio Climático de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Sol Ortiz García.
Global Press / El Gobierno de México sumó la aplicación “Incendios y Quemas” al esquema integral que puso en marcha en 2019 para reducir los incendios forestales y las quemas agropecuarias, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
La directora general de Políticas, Prospección y Cambio Climático de la dependencia, Sol Ortiz García, explicó que esta innovación tecnológica permitirá a los productores presentar avisos de quemas agropecuarias, en el marco de la NOM-015 SEMARNAT/SAGARPA 2007.
Esta norma establece las especificaciones técnicas de métodos de uso del fuego en terrenos forestales y de uso agropecuario, lo que facilita su atención inmediata por parte de las autoridades correspondientes, subrayó en el seminario “Impacto de los incendios forestales sobre el suelo”, realizado por la Organización de las Naciones Unidas Agricultura (FAO).
Las acciones que se han puesto en marcha han tenido buenos resultados por la coordinación interinstitucional y trabajo mano a mano con los agricultores, desde hace cuatro años, expresó en el seminario “Impacto de los incendios forestales sobre el suelo”, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Ortiz García señaló que el uso del fuego -coloquialmente conocido como roza, tumba y quema- es una práctica tradicional en la agricultura y continúa en muchas regiones de México.
Dijo que si bien es una solución rápida y barata, degrada los suelos y disminuye su fertilidad, ocasiona la pérdida de diversidad biológica y aumenta los deslaves, las sequías y la erosión.
Señaló que 2019, el 32 por ciento de los incendios forestales fueron causados por quemas agropecuarias, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). El 20 por ciento se asoció a quemas agrícolas y 12 por ciento a quemas pecuarias.
Por ello, asumiendo el rol que corresponde, la Secretaría conjuntó los esfuerzos de las instituciones del sector para establecer un mecanismo integral que permita reducir quemas agropecuarias que van desde prácticas en territorio, atención coordinada y comunicación con los gobiernos de los estados.
Agricultura, la Conafor, las comisiones Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Ambiental de la Megalópolis (CAMe), así como los centros Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT) y Conservación Internacional (CI) se integraron en 2019 para difundir e informar sobre buenas prácticas agrícolas, sus ventajas y temas relacionados a manejo del fuego, apuntó.
La funcionaria refirió que los primeros trabajos se enfocaron en regiones del estado de Chiapas, porque había una importante cantidad de quemas y puntos de calor reincidentes asociados a parcelas de la región.
De ahí se desarrolló e impulsó la iniciativa “Mi parcela no se quema”, para concientizar a los agricultores sobre los riesgos de las quemas agrícolas y, de esta manera, reducir el número de incendios en el sector agropecuario, comentó.
Señaló que esta estrategia, encabezada por la Secretaría, se mantiene de forma permanente y de 2021 a la fecha se han realizado 37 capacitaciones y seminarios en 27 estados, con la participación de más de mil 800 productores, técnicos y funcionarios, a quienes se presentan desventajas del uso del fuego en parcelas agrícolas, alternativas, la normativa que se debe cumplir y reflexiones colectivas.
Lo anterior porque si bien las quemas agropecuarias comparativamente no generan cantidades importantes de emisiones de gases de efecto invernadero, cuando se llegan a salir control y causan incendios forestales agravan la pérdida de biodiversidad y reducen la captura de carbono, además muchas veces son el inicio de cambio de uso de suelo ilegal, explicó Ortiz García.
Agregó que a través de estas capacitaciones se ha generado un efecto multiplicador en los estados y, como resultado, se han realizado 120 eventos: 21 en Aguascalientes 21, uno en Baja California Sur, cuatro en Morelos, tres en Campeche, 90 en Michoacán y un en la Ciudad de México, con la participación de seis mil 345 personas.