De la Redacción

Global Press Mx / La guerra de Gaza verá el primer alto el fuego tras siete devastadoras semanas, en las que 14 mil 128 personas, la mayoría mujeres y niños, han perdido la vida por los bombardeos y ataques israelíes en el enclave palestino, mientras que Israel tiene 70 bajas de soldados.

Con la mediación de Qatar, Estados Unidos y Egipto, Israel y Hamas acordaron un cese de las hostilidades de cuatro días a cambio de la liberación de 50 rehenes que fueron tomados cautivos por las milicias palestinas en la masacre del 7 de octubre, en la que murieron cerca de 1.200 personas y fueron secuestradas otras 240 en el sur de Israel.

El Consejo de Seguridad de Israel comunicó que ningún rehén israelí en poder de Hamas será liberado antes del viernes, mientras que la tregua y las primeras liberaciones se esperaban para el jueves.

En esa fase, Hamas liberará a 50 rehenes de Gaza, casi todos mujeres o niños (también hombres ancianos o con nacionalidad extranjera). Se hará a través del cruce de Rafah que lleva a Egipto, en cuatro tandas: doce secuestrados serán liberados cada día empezando por este jueves. Por su parte, Israel excarcelará a 150 prisioneros palestinos que no hayan sido condenados por delitos de sangre.

Si la primera fase del acuerdo sale adelante sin contratiempos, la pausa en los combates se ampliará un día por cada 10 rehenes liberados hasta un máximo de diez días. A cambio, Israel liberará “hasta” otros 150 detenidos palestinos, si «hasta» otros 50 rehenes son liberados de Gaza. Israel ha publicado una lista de 300 palestinos que podrían ser liberados en total; la mayoría son adolescentes varones.

El acuerdo también contempla la entrada a la franja, incluida la parte norte, de entre 100 y 300 camiones con alimentos y ayuda médica, además de combustible. La Cruz Roja podrá brindar atención médica a los rehenes de las milicias palestinas que queden en la franja, según el diario Haaretz.

El ejército israelí se compromete a no sobrevolar con drones y aviones el sur del enclave durante los cuatro días que la tregua esté en vigor y durante seis horas diarias el norte de Gaza, epicentro de los combates, para permitir a Hamas localizar a rehenes que se encuentran en poder de otros grupos armados, como la Yihad Islámica, que también apoyó el acuerdo. Las tropas israelíes dejarán de disparar, mientras que se espera que los militantes de Hamas y la Yihad se abstengan de disparar cohetes contra Israel.

Y de acuerdo a la lista publicada por el Ministerio de Justicia de Israel, entre los prisioneros que van a ser liberados se incluyen muchos adolescentes detenidos durante la ola de violencia y las redadas israelíes en la Cisjordania ocupada, en 2022 y 2023. La mayoría están acusados de delitos como arrojar piedras o alterar el orden público. Actualmente, Israel retiene a casi 7 mil palestinos acusados o condenados por delitos de seguridad. La justicia israelí castiga con hasta 20 años de prisión el lanzamiento de piedras.

Israel ha estado bajo la intensa presión de las familias de los rehenes que están desesperados al ver como la incursión terrestre en Gaza iniciada a finales de octubre solo ha servido para traer de vuelta a casa a una soldado. De acuerdo a las mismas fuentes, el tono de la última reunión con el gabinete de guerra el lunes fue encendido.

Desde fuera, la presión internacional también ha ido creciendo como respuesta a la cada vez más desastrosa situación humanitaria, incluso con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (que Israel rechazó cumplir). El bloqueo, la invasión y los bombardeos israelíes han provocado la escasez de alimentos, agua, combustible y medicinas, así como 1,7 millones de desplazado. Solo 10 de los 36 hospitales están funcionando.

En cuanto a Hamas, al grupo islamista le puede interesar una pausa de las hostilidades para elaborar estrategias, cambiar las posiciones o incluso reagruparse, porque ha perdido el control de extensas zonas del norte de Gaza. Según Tel Aviv, el ejército israelí ha dejado inoperativos 10 de los 24 batallones de Hamas.

Se espera que Israel, que ha hecho de la destrucción de Hamas y de salvar a los cautivos sus objetivos de guerra, continúe donde lo dejó una vez que concluyan los cuatro días. De hecho, el primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, dejó claro que el acuerdo no supone el final de esta guerra: “No pararemos después del alto el fuego”. Por el contrario, subrayó que la pausa permitirá al ejército prepararse para proseguir con los combates y no perjudicará su esfuerzo bélico. Sus tropas se quedarán dentro.

Una vez que finalice el alto el fuego, es probable que se reanuden los ataques aéreos y las tropas continúen su avance por todo el norte de Gaza antes de su esperada incursión hacia el sur en algún momento próximo.

Como ya se ha dicho, el acuerdo también parece reforzar a Hamas. Por eso, es probable que el grupo aproveche la opción de ampliar el alto el fuego unos días más. Quizá pruebe de aumentar sus demandas, bajo el supuesto de que Israel puede hacer más concesiones para liberar a más rehenes. La presión de las familias de los rehenes que quedarán continuará, a la par con las peticiones de un alto el fuego definitivo por parte de la comunidad internacional.