Colores en Murales de El Tajín Revelan Mezclas y Uso Amplio de Materias Primas
Por Darío L Fonseca
*El investigador de la UNAM, Carlos López Puértolas, ha inspeccionado fragmentos de pintura mural de los edificios 40 y 41*En el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Conservación del Patrimonio Cultural se estudiaron con microscopía digital óptica y microscopía electrónica de barrido, técnicas no invasivas
Global Press Mx / La paleta de colores utilizada en los edificios 40 y 41 de El Tajín es exuberante con matices poco comunes dentro del panorama pictórico mesoamericano, la cual se compone de rojo, anaranjado, rosa, amarillo, negro y una amplia variedad de azules y verdes.
Así lo muestran los recientes avances del estudio realizado por el posdoctorante del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Carlos López Puértolas, quien indaga el uso y las técnicas de producción de materiales colorantes en el sitio considerado Patrimonio Mundial a partir de 1992.
En la paleta de los edificios 40 y 41 hay, principalmente, mezclas de azules maya con otros materiales para generar tonos grises, amarillentos, rosas, una gran diversidad; y también combinaciones conseguidas a partir del verde maya. Se ha identificado similitud en el uso del color entre ambos edificios.
Desde hace más de un año, López Puértolas ha revisado un amplio número de fragmentos de pinturas en esas construcciones del Complejo del Palacio de las Columnas, en la parte más alta de El Tajín, donde se pueden observar figuras de gran tamaño (80 centímetros aproximadamente) con la iconografía del jaguar, asociado al poder de los gobernantes en Mesoamérica.
El investigador explicó en entrevista que se ubican en el periodo epiclásico –entre 750 a 1110 de nuestra era– una época en la que El Tajín era la ciudad más importante de la región y a la que llegaban productos y materiales de varias áreas de Mesoamérica en el actual estado de Puebla o el sur de México.
En las piezas analizadas se pueden ver diferentes personajes, casi todos ataviados con trajes de jaguar, lo cual los vincula al ámbito del poder o militar, que procesionan hacia otras figuras más prominentes en posición sedente, quizás algún miembro de la élite gobernante.
Para el trabajo se examinaron con técnicas no invasivas y no destructivas -con permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia- fragmentos (no intervenidos) los cuales se revisaron en el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC) en el Instituto de Física y el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, con microscopía digital óptica y microscopía electrónica de barrido, y diversas técnicas espectroscópicas.
López Puértolas detalló: Hemos identificado que los amarillos y rojos se elaboran principalmente con óxidos de hierro: goetita para el primero y hematita en el segundo, que son comunes dentro de la tecnología del color mesoamericana.
Además, los fondos crema o beige, que dan luminosidad a las escenas, no solo tienen estuco y cal –material comúnmente utilizado–, es una mezcla característica de arcillas blancas, en este caso caolinita con calcita; también hay azul maya y verde maya con diferentes matices y tonos.
La identificación de estas materias primas permite: observar el conocimiento y uso que les daban las sociedades antiguas; realizar inferencias o cuestionar las estrategias de acopio de esos insumos; identificar posibles fuentes de origen; saber la interrelación con otras áreas de Mesoamérica para entender la posición de la cultura en los flujos del comercio que caracterizan al mundo mesoamericano.
Ejemplo de ello es el azul maya con colorante índigo que se extrae de la planta del añil y la arcilla blanca palygorskita, que caracteriza su micromorfología. De esta última se han encontrado depósitos en Ticul, al sur de Mérida.
Otro caso es el cinabrio, del que hay pocas fuentes que se conocen cerca de El Tajín. Hay en Guerrero o Michoacán, son productos que debieron llegar por comercio, lo que permite pensar en las relaciones con otras zonas y culturas.
El investigador precisó que una de las preguntas que se manejan dentro del proyecto es saber si las pinturas llegaban para realizar los últimos cambios y adecuaciones –como en el caso del azul y verde maya–, o si eran producidos dentro de la ciudad.