Por José Luna
*Promueve medidas de prevención, detección oportuna y acceso a tratamiento específico*Evitar nuevos contagios y en pacientes diagnosticados reducir riesgo de hepatocarcinoma y cirrosis hepática, el objetivo
Global Press Mx / El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) suma acciones a la Estrategia Nacional para la Eliminación de la Hepatitis C, con la promoción de acciones de prevención y detección oportuna, sobre todo en poblaciones con factores de riesgo, informó el gastroenterólogo del Hospital Regional “1° de Octubre”, José Armando Carmona Castañeda.
A propósito del Día Mundial contra la Hepatitis, señaló que las infecciones por los virus B y C pueden convertirse en crónicas, debido a que trascurren muchos años, incluso décadas, sin que la persona tenga síntomas; el mayor riesgo es que evolucionen a un hepatocarcinoma o cirrosis hepática; de ahí la importancia de abatir el impacto de este padecimiento.
“En el Issste estamos haciendo mayor promoción de la salud reproductiva y prevención de enfermedades de transmisión sexual, mediante medidas de autoprotección como el uso de preservativo o condón, tanto masculino como femenino que, utilizados adecuadamente, pueden evitar el contagio de hepatitis C.”
La detección oportuna de esta variante viral es fundamental para aumentar las posibilidades de curación. El Issste cuenta con pruebas rápidas de hepatitis C, que se aplican principalmente a personas con algún factor de riesgo, como tener múltiples parejas sexuales, prácticas de sexo sin protección, con algún método de barrera, o que recibieron transfusiones sanguíneas antes de 1992, cuando la detección de este tipo de virus en la donación de sangre no se encontraba estandarizada, precisó el especialista.
En cuanto a la medidas preventivas de la transmisión por vía sanguínea, además de contar con protocolos de detección del virus en el análisis de la sangre donada, se capacita continuamente al personal médico y de enfermería sobre las precauciones y cuidados que deben tener en la manipulación de artículos punzocortantes, jeringas, uso de sangre y derivados hematológicos, así como en la aplicación de métodos para la adecuada eliminación de todos los materiales que hayan tenido contacto con estos fluidos.
Destacó que en el esquema de vacunación universal está incluida la vacuna contra hepatitis B, se aplica desde el nacimiento y los primeros meses de vida, para lo cual recomendó a madres y padres estar atentos para proteger a sus hijos e hijas de esta enfermedad y sus complicaciones a largo plazo, además de acudir a los servicios de medicina preventiva de las unidades médicas para que reciban este beneficio.
Al referirse a los síntomas, el gastroenterólogo del Issste aclaró que se debe tener en cuenta que no son específicos, sino sospechosos.
Recomendó que cuando un paciente presente fiebre, dolor de cabeza, diarrea, coloración de piel y ojos amarillentos, es importante no automedicarse y solicitar atención para su valoración; ante sospecha de infección por virus A, B o C, hay que establecer pruebas de diagnóstico y prescribir tratamiento individualizado.
Resaltó que el Issste cuenta con tratamientos específicos para hepatitis B que, dependiendo de cada caso, pueden durar desde una semana hasta dos años o más. La hepatitis tipo C es curable si se detecta a tiempo, y el instituto dispone de nuevas terapias antivirales de acción directa que pueden ser de ocho y 12 semanas, con tasa superior a 90 por ciento de respuesta favorable.
Refirió que la hepatitis tiene gran impacto en la salud pública global, sobre todo las víricas tipo B y C; aun cuando son prevenibles, en el mundo afectan a 323 millones de personas y causan la muerte de 1.1 millones cada año.
De acuerdo con datos del boletín de junio 2021 vol. 2, N° 2, del Programa Nacional de la Eliminación de la Hepatitis C de Censida, Secretaría de Salud https://goo.su/QfpKbel, en México, entre 400 mil y 600 mil personas viven con esta enfermedad y muchos ignoran que la padecen. El Issste reitera el compromiso de intensificar la educación en salud y promoción de medidas preventivas en la derechohabiencia para evitar nuevos casos, así como incrementar la detección temprana y el acceso a tratamientos.