Por Arnulfo Montes / Colaboración Especial

Global Press Mx / …Entré a las entrañas de Acapulco, el Acapulco que no se ve en las noticias, el Acapulco olvidado por siempre. La gente camina sin rumbo fijo, la tristeza se refleja en sus ojos, hay miedo e incertidumbre; el huracán metió la arena a las calles empobrecidas, destruyó las humildes viviendas y dejó desolación, la devastación está en todos lados.

En el centro de la Ciudad ya se empieza a descomponer todo tipo de basura, se percibe el aroma de muerte y putrefacción, en pocos días habrá una crisis humanitaria por la falta de agua y alimentos. La descomposición y falta de higiene traerá enfermedades, los niños y Adultos Mayores serán las primeras victimas.

De pronto estuve en un crucero cerca de Pie de la Cuesta, no había paso por algunas calles y la gente que deambulaba por las calles en ese sector, se acercó a nuestro vehículo a suplicar ayuda, él hambre arrecia y la falta de agua es evidente; rostros llenos de tierra con los labios partidos por la falta de agua. Les entregue mi equipo de sobrevivencia y en segundos todos los alimentos y agua desaparecieron.

El llanto de una madre que no había comido con sus dos péqueñas  hijas nos conmovió porque les dimos paquetes de galletas, agua y frutas. Es inimaginable lo que vivimos. No hay comunicación telefónica ni red de internet. Solo tres puntos instalados por la CFE, proporcionan comunicación a lo largo de toda la Costera. Las filas por obtener señal de Internet son interminables. El Ejército y la Marina hacen todo lo posible por ayudar, sin embargo es demasiado la gente afectada. La gente  Está bajando de los cerros y de las colonias lejanas a pedir ayuda en la Costera, no hay suficiente atención médica ni medicinas.

Creo que los gobiernos de los Estados deberían de ser más empaticos con Guerrero; no es un tema político, es un tema de humanidad, creo que los políticos que se gastan millones y millones en publicidad, debería de ser más sensibles  con la población afectada y no mandar migajas de ayuda solo para la Foto o tal vez para aliviar sus cargos de conciencia.

Hoy Acapulco nos convoca a todos a una gran cruzada por salvar vidas y ayudar a los que menos tienen. El infierno se desató en Acapulco, peor es decisión de nosotros aliviar el dolor de nuestros hermanos de Guerrero. Dejemos que el Gobierno haga su trabajo, pero la sociedad civil no se puede quedar con los brazos cruzados. Acapulco es un pueblo de lucha, pero hoy nos necesita a todos.