Dr Julián Güitrón / Colaboración Especial

Global Press Mx / Honrando algunas peticiones y sugerencias de la distinguida pléyade de personas que siguen mis artículos, vamos en dos partes a hacer una tesis, una ponencia personal, de cuál es nuestra apreciación, en el contexto mundial de familias, las diferentes clases que hay de ella, y centraremos nuestra atención principalmente en la familia o las familias mexicanas.

Clases de familias

En principio, de manera general y limitativa, tenemos que los diferentes autores, leyes, reflexiones, nos hablan de números indeterminados, a veces ocho, a veces diez, a veces doce, pero en esencia, las clases de familias en el mundo son, verbigracia, la que se denomina compuesta, que se integra con una persona, una pareja, con o sin hijos, con o sin parientes.

Por otro lado, la que los argentinos llaman ensamblada y que yo prefiero el calificativo reconstituida, que se da en las familias con hijos y que viven con otra persona, o que en estado de viudez o de divorcio hacen nuevas uniones para crear otras familias; también tenemos la familia monoparental, que es la que se conforma con personas del mismo sexo, teniendo una o ambas, hijos e hijas. La heteroparental es la de la tradición de mujeres y hombres con hijos.

Más en el siglo XXI, en la actualidad a nivel internacional aparecen las familias nucleares, las que ya señalamos homoparentales y monoparentales, pero en estas también se incluyen las adoptivas, dependiendo la clase de figuras, que en este caso el acto jurídico podría ser de una adopción plena, simple, abierta o cerrada; también vamos a encontrar en la actualidad las familias sin hijos.

Es decir, el señor viudo, la señora viuda, o ambos, de diferentes matrimonios, o concubinos, que origina una familia en ese sentido. También existen lo que son las familias de personas mayores, de adultos, de padres separados, de unipersonales y las que surgen del acogimiento, que no es adopción, pero también originan una clase de familia.

La familia mexicana es para siempre

Como decíamos al principio de esta nota periodística, México es, y tiene una organización familiar única en todo el mundo. Encontramos de una manera enunciativa, que la familia en su seno, encontramos que se convierte en un hospital cuando es necesario atender emergencias, incluso hablar de fonda, restaurant o cafetería, de la propia familia, pero siempre unidos por esos vínculos tan importantes que se dan en la familia, de manera sanguínea, por afinidad y en muchos casos por amistad.

También es importante señalar, que en la organización familiar mexicana vamos a encontrar nietos, hijos, hijas, siempre con la presencia de apoyar a todos los miembros de la familia, no hay hipótesis como en otros países, de que a los 15 o 18 años los niños, niñas o jóvenes se tienen que ir a buscar otro mundo.

En esa enunciación también vamos a encontrar que, en la familia, en la mamá, en las hijas, en los abuelos, en las abuelas, se da el supuesto de que sean enfermeras o enfermeros para atender de inmediato enfermedades, y en su caso las que nos llevan a la vejez. Es evidente que la familia mexicana apoya sin restricciones, no considera la edad, tampoco las características de quienes formen parte de esa familia, sean adultos, sean ancianos, sean adolescentes, jóvenes, pero siempre reciben el apoyo de esa familia.

Ingratitud familiar

Es evidente que esto que forma parte de la conducta del ser humano, en la familia, al margen del tratamiento que le demos y cómo hayamos sido con ella, si nos hemos ido y un día regresamos, siempre hay el apoyo familiar, los brazos abiertos para recibir, incluso a quien se fue como hijo pródigo y regresa al buen camino.

Exactamente, considerando que la familia es un valor único, en que cada uno de sus miembros simboliza y que eso le da la fuerza como un ente, como una expresión de solidaridad en todos los órdenes físicos, humanos, intelectuales, y además reiterando la hipótesis de ingratitud, siempre, si da vuelta el mundo se recibe a quien se fue, y cuando necesita siempre está ahí nuestro apoyo familiar. (Continuará)

*Profesor de Carrera, con 56 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.