Por Marco Antonio Mendoza Bustamante / Columnista Invitado
*Durante el mandato del presidente Enrique Peña Nieto, en el país se registraron alrededor de 136 mil muertes violentas*En contraste, esta cifra se incrementó en prácticamente un 40% durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador
Global Press Mx /Durante el mandato del presidente Enrique Peña Nieto, en el país se registraron alrededor de 136 mil muertes violentas. En contraste, esta cifra se incrementó en prácticamente un 40% durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, con 197 mil homicidios, lo que refleja la complejidad del fenómeno delictivo en el país.
Estos números rojos son la evidencia irrefutable de que la estrategia de seguridad implementada en México no ha funcionando. Las cifras reflejan el dolor de miles de familias mexicanas que han perdido a sus seres queridos en condiciones inadmisibles en un Estado de Derecho.
Ahora bien, en lugar de reconocer los errores y buscar soluciones que verdaderamente garanticen la seguridad de la ciudadanía, en pasados días fue aprobada, en la Cámara de Diputados, una reforma que transferirá el control de los recursos materiales, financieros y humanos de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
La Guardia Nacional, que debería ser una institución civil, tendrá ahora integración y mando militares, y el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, realizarán de tiempo completo labores de seguridad pública, lo que no solo resultará ineficaz sino que, pondrá en riesgo los derechos y libertades fundamentales de la ciudadanía. Las fuerzas armadas han mostrado a lo largo de la historia su lealtad a la patria, sin embargo, los peligros de militarizar el país son muy altos ya que su objetivo principal es defender la soberanía y la integridad territorial del país, no realizar tareas de seguridad que le competen estrictamente a cuerpos policiales de carácter civil.
La participación del ejército en las tareas de segurida dpuede ser una aparente solución a corto plazo, pero no atiende de manera puntual las verdaderas casuas de la violencia que se vive en México, por el contrario, corre el riesgo de agravarlas y de propiciar violaciones a Derechos Humanos, deslegitimación de una de las instituciones más confiables del país y la implementación de estrategias poco viables para devolver la paz a las y los mexicanos. México demanda una verdadera estretegia en materia de seguridad pública que requiere de presupuesto suficiente, acciones en materia de prevención social de la violencia y la deluncuencia, profesionalización de los cuerpos de seguridad, fortalecimiento del sistema penal, implementación de una verdadera política criminal y sobre todo, de voluntad política de los tres órdenes de gobierno.
Por: Marco Antonio Mendoza Bustamante
@MarcoMendoza_B