Sin Píldora Anticonceptiva la Población Mundial se Duplicaría para el 2100
Por Elías L Fonseca
*Luis Miramontes, mi padre y científico de la UNAM quien sintetizó la molécula base del primer anticonceptivo oral, fue visionario sobre las consecuencias de un aumento descontrolado del número de habitantes y empoderó a la mujer, recordó
Global Press Mx / Los impactos positivos del control del crecimiento de la población es algo de lo que no se habla cuando se hace referencia a la píldora anticonceptiva femenina, lo cual vislumbraba Luis Miramontes, ingeniero químico mexicano de la UNAM, quien sintetizó la noretisterona, compuesto base para la creación de la primera píldora para la planificación familiar.

Octavio Miramontes Vidal, hijo del reconocido científico y también investigador del Instituto de Física de esta casa de estudios, externó: algunas proyecciones consideran que para 2100 el aumento en el número de habitantes tendrá un estancamiento; de no existir este método de control natal, se habría duplicado.
Al participar en el ciclo La Ciencia más allá del Aula, organizado por la Facultad de Química, el universitario rememoró que su padre decía: “si la población creciera desbocadamente, sin ningún control, pondría en riesgo el acceso a los recursos naturales y generaría tensiones, lo que inevitablemente desembocarían en conflictos armados, guerras y todas estas calamidades”.
El hecho de que se haya frenado el crecimiento poblacional y que la píldora anticonceptiva sea instrumento para la planificación es digno de destacarse, afirmó Octavio Miramontes.
Destacó que la portación de su progenitor, en 1951, es un hecho que se considera una de las mayores contribuciones científicas de México en el siglo XX.
El primer anticonceptivo oral contribuyó al empoderamiento de las mujeres a decidir cuándo, cómo y con quién tener descendencia, además de que revolucionó a la sociedad al tener impacto en áreas como la salud reproductiva y la sexualidad responsable a escala global, detalló.
Enfatizó que el químico Carl Djerassi –con quien el científico mexicano compartió la patente de este compuesto, junto con el húngaro George Rosenkranz, impulsada por la compañía química mexicana Syntex–, “escribió en uno de sus libros que, en ningún momento, ni en sus sueños más salvajes, hubiera imaginado que este compuesto químico se utilizara como método anticonceptivo y mucho menos el impacto que tuvo”.
El hijo del científico mexicano resaltó tres de los beneficios que llevaron a considerar la invención de la píldora o síntesis de esta molécula, al menos en México, como la más importante aportación de la ciencia mexicana a la humanidad:
Permitió a las mujeres, la mitad de la población mundial, decidir sobre la planificación familiar. Además de su participación en la educación, así como en el mercado laboral; ellas pudieron insertarse en diversos sectores y no solo aspirar a casarse y ser amas de casa. Una de las áreas laborales más impresionantes donde ingresaron fue el de la aviación comercial.
Indicó que hoy están en la UNAM donde dirigen institutos y diversas entidades académicas o se desempeñan como investigadoras; en los parlamentos, dirigen empresas y, por supuesto, presiden países, como ocurre en México.
Siempre puma
En el centenario del natalicio de su padre, Octavio Miramontes señaló que este nació el 16 de marzo de 1925 en Tepic, Nayarit, sus padres fueron María Esther Cárdenas Aréchiga y Candelario Miramontes Briseño, quienes se separaron y Luis Ernesto Miramontes fue criado por su madre y su tía Lola (María Dolores Cárdenas Aréchiga), profesora rural a quien consideró como una de sus más grandes influencias intelectuales.
“Ella fue quien lo educó tempranamente y fomentó su curiosidad y sed de conocimiento. La tía Lola se graduó como profesora en la Normal Superior, impartió clases de educación primaria en diversas localidades de Nayarit, a donde la acompañó Luis Ernesto. Su contacto con el medio rural lo inspiró a gustar de la naturaleza y a pensar en ser un científico e inventor en su vida adulta”, señaló el especialista del Departamento de Sistemas Complejos.
Una de sus influencias tempranas fue el libro Cazadores de microbios, de Paul de Kruif. Al finalizar su educación primaria, en 1942, llegó a la Ciudad de México para continuar sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria No. 1 (1943-1945); después cursó la licenciatura en la Escuela de Ciencias Químicas, en Tacuba, (1945-1949); y el doctorado en el Instituto de Química (1948-1950 y 1954-1956), ambos de la UNAM.
“Entre 1950 y 1954 ocurrió lo que llamaríamos una revolución en la química, aunque no solo mexicana sino mundial, gracias al surgimiento de la primera línea de la empresa Syntex, donde mi padre estuvo como investigador, jefe del Departamento de Investigación y Procesos, y como subdirector de la División de Desarrollo”, subrayó.
En esa época, en la compañía Syntex ocurrió la síntesis de la primera molécula sintética con acción anovulatoria, es decir, que inhibe la ovulación. Luis Enrique Miramontes “era un científico muy competente en laboratorio y no imaginaron que sus métodos pudieran dar resultados”, puntualizó el universitario.
Recalcó que en 1956 le fue concedida la patente a esa empresa, lo que dio origen a la píldora anticonceptiva, aunque en esta no estuvo directamente relacionado su padre.
Expuso que Syntex concedió licencia para usar la molécula a varias empresas farmacéuticas en Estados Unidos, Alemania, Suiza y Holanda.
La píldora tuvo diversos problemas para obtener permiso de comercialización debido a la presión de grupos conservadores, en especial de la Iglesia católica. La primera en salir a la venta fue Enovid de Searle, que no utilizó directamente la invención de Syntex, sino una molécula similar, finalizó.

